Dr. Raúl Calzada León
Para el Primer Congreso se invitó a todos los miembros del Grupo Mexicano de Consenso en Endocrinología Pediátrica a someter una propuesta de logo que representara la esencia de nuestra futura agrupación, así como a que se eligiera el nombre más adecuado.
Se recibieron 17 propuestas de logo, de la más diversa índole, colorido y complejidad, y previo a la votación se definieron dos conceptos:
- Si convenía más denominarnos Sociedad o Asociación, considerando que en Sudamérica, Europa, Japón, Asia-Australia y Estados Unidos, todas las agrupaciones de Endocrinólogos Pediátricos se denominaban “Sociedad”.
- El logo debería ser lo más sencillo pero lo más explicativo e incluyente posible con el quehacer de los Endocrinólogos Pediátricos de México, con la finalidad de poderlo utilizar con facilidad en la documentación oficial de la Sociedad, es decir, sin que fuera un problema su reproducción para cualquier medio escrito o electrónico y con la menor cantidad posible de colores (pues en ese entonces las imprentas cobraban mayor cantidad por cada color extra (dos tintas costaban 1.7 veces más que una tinta, tres tintas 2.5 veces más que una tinta, etc.).
Para el Primer Congreso se invitó a todos los miembros del Grupo Mexicano de Consenso en Endocrinología Pediátrica a someter una propuesta de logo que representara la esencia de nuestra futura agrupación, así como a que se eligiera el nombre más adecuado.
Se recibieron 17 propuestas de logo, de la más diversa índole, colorido y complejidad, y previo a la votación se definieron dos conceptos:
- Si convenía más denominarnos Sociedad o Asociación, considerando que en Sudamérica, Europa, Japón, Asia-Australia y Estados Unidos, todas las agrupaciones de Endocrinólogos Pediátricos se denominaban “Sociedad”.
- El logo debería ser lo más sencillo pero lo más explicativo e incluyente posible con el quehacer de los Endocrinólogos Pediátricos de México, con la finalidad de poderlo utilizar con facilidad en la documentación oficial de la Sociedad, es decir, sin que fuera un problema su reproducción para cualquier medio escrito o electrónico y con la menor cantidad posible de colores (pues en ese entonces las imprentas cobraban mayor cantidad por cada color extra (dos tintas costaban 1.7 veces más que una tinta, tres tintas 2.5 veces más que una tinta, etc.).
